Hoy tendremos que subirnos a un avión un montón de horas. Tenemos que llegar a Jaipur, al Norte de la India, la capital del Rajastán. Esta es, probablemente, la zona más visitada de la India en la que confluyen casi todos los tours organizados.
El maravilloso Rajastán. ¿Sabéis lo que es una explosión de color frente a los ojos?. Pues eso es lo que tienes a cada momento. El color de los saris de las mujeres, de los turbantes sikh, de los coches, de las motos, de las coberturas de los elefantes que circulan lentamente entre el tráfico. Todo es color. Allí el color significa vitalidad. El "gulal" pigmento en polvo que se vende los días de fiesta, se expone en conos de colores (rojo, azul, amarillo, verde, fucsia...) creando una atmósfera que en ningún otro lugar he visto.
Quizás la foto que comparto con vosotros no tiene la misma calidad de imagen que las anteriores. Os explicaré el motivo. Cuando fui a la India todavía no existían las cámaras digitales (los más jóvenes pensaréis que eso es imposible, que he salido del Neanderthal).
La imagen que muestra la fotografía es el despacho del dentista, el lugar dónde la gente iba a hacerse su dentadura postiza, claro que sólo los que podían económicamente. Imaginad el método, ensayo-error. Sin palabras.
Imagino que el progreso también habrá llegado allí desde entonces, igual que con las cámaras fotográficas, y la situación habrá mejorado. Pero éste es el testimonio de hace unos quince años.