Sus habitantes, mayoritariamente musulmanes tamiles, viven de la pesca. Salen a pescar en barcas muy coloridas y, los más ancianos, conservan la tradición de pescar con caña subidos a unos mástiles sobre el mar, con sorprendente equilibrio.
Dicen las historias populares que esta ciudad fue en la antigüedad un puerto utilizado por el Rey Salomón, el puerto de la antigua Tharsis.
Lo cierto es que es una ciudad preciosa, amurallada, cuyo casco antiguo está plagado de casas de vivos colores.