viernes, 16 de enero de 2015

SON LAS FOTOGRAFIAS DE MIS VIAJES. Pamukkale. Turquía

La fotografía que comparto hoy es de la llamada Piscina de Cleopatra. Con este sugestivo nombre se conocen los baños termales de aguas minerales que emergen en la antigua Hierápolis, actualmente denominada Pamukkale (Castillo de Algodón). El nombre de esta piscina proviene de la leyenda de atribuir su origen a un regalo efectuado por la reina egipcia.
En ese maravilloso lugar, de obligada visita si viajas a Turquía, se unen en un mismo espacio un sitio arqueológico y un complejo de aguas termales que tienen la particularidad de formar piscinas de travertino producto de los depósitos calcáreos de las aguas que emergen desde el subsuelo.
Esta piscina es una de las más curiosas que he visto a lo largo de mis viajes, ya que su sistema de renovación de agua se basa en una corriente contínua que, proveniente del manantial, entra en el recinto y sale por medio de canales que desembocan en las piscinas blancas. Además, presenta otra singularidad. En el fondo de la piscina descansan restos de edificaciones romanas y esculturas. Es como si se hubiera derrumbado un edificio y se hubiera caido literalmente dentro del agua, en la que nadan una muchedumbre de turistas búlgaros, georgianos y armenios que llegan a Pamukkale, en autocares repletos, para pasar el día en esas instalaciones.
Anteriormente a su declaración como Patrimonio Universal de la Humanidad por parte de la UNESCO había numerosos hoteles y resorts en ese lugar, pero fueron demolidos tras la declaración. Y no es de extrañar puesto que se trata de un lugar único en el mundo.