Una experiencia maravillosa. Viajar y dormir en un barco junco navegando por un mar preñado de islas. Un paisaje insólito y un mundo de hombres y mujeres dedicados a la piscicultura y a la pesca tradicional, que creen que en el fondo de la bahía vive un dragón que los protege de las invasiones.
La noche en absoluto silencio, sólo roto por las olas que golpean contra el casco del buque.
La navegación te lleva a las maravillosas cuevas de Dong Tam Cung, Hang Sung Sot, Hang Thieng Cung, Hang Bo Nau y Hang Dau Go, todas ellas de pronunciación imposible pero de belleza indescriptible.