En lo más recóndito del bosque tropical de Sri
Lanka se erige la roca de Siguiriya, palacio de verano del rey Kassapa, que
vivió en el siglo V de nuestra era.
Subir a esa roca es un ejercicio que bien vale la pena. El palacio se inicia
entre las garras de un león y a la mitad del recorrido uno se encuentra con una
cueva, más que cueva un abrigo de la roca, en la que se puede contemplar la
"pared espejo", una de las obras de arte más impresionantes que han
visto mis ojos.
En la pared aparecen pintadas varias series de mujeres, las concubinas del rey. Todas ellas son de una belleza extrema y cada una presenta rasgos distintos, propios de las tribus a las cuales pertenecían.
Todo el conjunto está declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Visita obligada si visitáis Sri Lanka.
En la pared aparecen pintadas varias series de mujeres, las concubinas del rey. Todas ellas son de una belleza extrema y cada una presenta rasgos distintos, propios de las tribus a las cuales pertenecían.
Todo el conjunto está declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Visita obligada si visitáis Sri Lanka.