Soy una amante apasionada del Modernismo. Entiendo que miles de turistas, desde cualquier parte del mundo, deseen con todas sus fuerzas viajar a Barcelona para ver sus joyas modernistas.
En el Modernismo todo es especial, único, original, con un estilo propio, No hay nada que se le parezca. Da igual si miras edificios enteros, parques espléndidos, catedrales o detalles minúsculos.
La fotografía que hoy comparto es de un trencadís. Se encuentra en el restaurante del Hotel (Fonda) España, en el carrer de l'Hospital de Barcelona, considerado una pequeña joya del Modernismo catalán de 1859, posteriormente reformado por el arquitecto Lluís Domènech i Montaner.