La fotografía que hoy comparto es de un escaparate de una tienda de alimentación de Kyoto. Subiendo hacia el Templo Kyomizu-dera, una empinada calle con multitud de tiendas a ambos lados, ofrece todo tipo de productos a los turistas, tanto los nacionales como los extranjeros.
Para los extranjeros cualquiera de los artículos que se vende es, como poco, raro o curioso. Cuencos y palillos, quemadores de incienso, gatos de la suerte que mueven sus manos de forma rítmica y que según la mano que mueven significan una u otra cosa, kimonos, abanicos, zapatillas de madera, papeles de arroz, comidas, fideos, pasteles....
Entre todos los escaparates éste me llamó la atención. La muñeca geisha ofrecía obleas hechas de pasta de judías dulces inclinando rítmicamente la cabeza como en una reverencia contínua. Os aseguro que era encantadora.
Los juguetes forman parte de la cultura japonesa. Impresiona ver cómo se llenan las jugueterías de gente comprando y lo increibles que son esos juguetes. No es extraño pues, que en los escaparates los utilicen para crear ambientes casi perfectos.