sábado, 21 de marzo de 2015

SON LAS FOTOGRAFÍAS DE MIS VIAJES. Valle de Katmandú. Nepal

Alrededor de la estupa budista de Boudhanath se ha instalado una de las mayores poblaciones de refugiados tibetanos, huidos de China por las persecuciones sistemáticas del gobierno desde 1950. Se calcula que son alrededor de 60.000 los tibetanos que viven en el Valle de Katmandú, y como son una comunidad tan numerosa han articulado un modo de vida propio que les caracteriza.
De todos es sabida la profunda espiritualidad del pueblo tibetano, cuyo líder es el Dalai Lama. Por tanto, no se entendería una comunidad asentada sin sus templos y monasterios (gompas). Ya os comenté en otro post que cualquier niño budista debe residir durante un tiempo de su vida en el monasterio. A partir de los ocho años se les envía a hacerse monjes para aprender no sólo las escrituras y los conocimientos de Buda, sino para adquirir conocimientos de agricultura, geografía, historia y plantas medicinales.
La fotografía que hoy comparto es del interior de uno de los monasterios, en el que tuvimos la fortuna de compartir la oración. Los monjes repiten los cantos y mantras en voces profundas, acompañados de diversos instrumentos musicales: el tambor, la trompa tibetana, los cuencos y los platillos. Os aseguro que el ruido es ensordecedor, pero llega a ser tan monótono que te invade un profundo sopor y relajación.