domingo, 1 de marzo de 2015

SON LAS FOTOGRAFÍAS DE MIS VIAJES. Segovia. España

Hay edificios que cuando los tienes delante imponen. Los mires por dónde los mires. Otros, en cambio, no dan la sensación de su importancia hasta que los observas desde un determinado punto de vista que, por desgracia, no acostumbra a ser el más accesible.
El Alcázar de Segovia es de los primeros. Te impresiona desde cualquier punto de vista. Pero hay uno muy especial que sólo puedes admirar si recorres la carretera que bordea la ciudad hasta alcanzar el curso del río Eresma o, para aquéllos que gusten de un paseo singular, por el cinturón verde de sendas y paseos que atraviesa la ciudad por los barrios de San Lorenzo y San Marcos.
Este impresionante edificio está plagado de leyendas y mitos populares y también de hechos históricos que forjaron la historia de la Corona de Castilla. Fue residencia de sus reyes y reinas durante mucho tiempo, de ahí su carácter palaciego, a la vez que defensivo. 
La fotografía que hoy comparto está tomada precisamente desde la carretera que bordea la ciudad, de ahí que el Alcázar pueda contemplarse desde esa perspectiva casi vertical que le otorga la magnificencia propia de los mejores palacios de Europa de su época.