Una de las ciudades más importantes de Uzbekistán, históricamente hablando, es Bukhara. Todo su casco antiguo está declarado Patrimonio Universal de la Humanidad por la UNESCO. Y no es de extrañar. Basta con pasear una mañana por su centro y acercarse a la plaza principal en la que se encuentra el imponente minarete, con las dos madrasas enfrentadas, seguir por el mercado de joyas (ya os contaré en otro post esa singularidad), visitar la ciudadela de los Khan, y acabar en las madrasas de Ulugh Beg y de Abdul Azizxon, contruídas una delante de la otra como era costumbre en la época, para tener una pequeña idea de la importancia de esa ciudad, principal centro de la civilización persa a lo largo de la historia.
Imaginaos la importancia que tienen estos monumentos que os he descrito que convierten a Bukhara en el principal centro de la cultura islámica en Asia Central y el principal centro de peregrinación musulmana del mundo después de La Meca.
La fotografía que hoy comparto es una sección de la fachada de la Madrasa de Ulugh Beg, ese famoso nieto de Tamerlán (Amir Timur). Recordad que fue el sabio constructor del observatorio astronómico que os mostré en otro post.