Justo esta mañana he tenido la fortuna de visitar la Plaza de las Catedrales del Kremlin. Todo el recinto es fantástico, pero esa plaza es algo fuera de lo normal. Imagináos, una plaza rodeada por seis edificios de los cuales, tres son Catedrales a cual más bonita: La de la Dormición de la Virgen, la del Arcángel San Miguel y la de la Anunciación.
Cada una de ellas es distinta en su arquitectura, alguna influenciada por la moda italiana y otras puramente rusas. Son de diversos tamaños, pero en general son pequeñas comparadas con las catedrales católicas.
La Catedral de San Miguel es la que se utilizaba en las ceremonias de coronación, incluso cuando la corte del Zar se había trasladado a San Petersburgo. Los Romanov, pues, realizaron el viaje desde allí hasta Moscú para ser entronizados, en invierno en carrozas preparadas como trineos, ahora expuestas en la Armería.
Las tres Catedrales están profusamente decoradas con frescos que van desde el suelo hasta el techo, que también cubren, excepto las paredes occidental y oriental ocupadas por los iconostasios propios de las iglesias ortodoxas, que en el caso de la rusa, tienen sus características específicas: El Occidental dedicado íntegramente al Jucio Final y el Oriental al altar, la zona más sagrada con la puerta permanentemente cerrada para que los mortales no puedan ni siquiera ver el lugar en el que habita Dios, y que sólo se abre para dar paso a los oficiantes y a los varones que se bautizan. Ni las mujeres ni las niñas nunca podrán acceder a ese recinto.
El orden en el que se configura el iconostasio es fijo y no hay lugar a la improvisación. La fila superior se reserva a personajes del Antiguo Testamento y va descendiendo hasta llegar a personajes del Nuevo Testamento, los Santos o Patriarcas y Metropolitas de la iglesia ortodoxa. En el lado derecho, el segundo icono siempre se reserva para identificar la advocación a la que está dedicado el templo.
Sepulcros de plata, templetes, suelos de jaspe, frescos, iconos, oro, piedras preciosas son los materiales que están presentes en estas catedrales que, junto con el resto del recinto del Kremlin, están declaradas Patrimonio Universal de la Humanidad por la UNESCO desde 1990.
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| Catedral del Arcángel Miguel. Plaza de las Catedrales. Kremlin. Moscú. |
