ITERUM
Hace un tiempo, antes de atreverme a compartir mis fotos públicamente,
ya mostré alguna fotografia de mi viaje a Dinamarca. Hoy vuelvo a una de
mis ciudades preferidas, Copenhagen.
Esta ciudad nació en la Edad Media como puerto de pescadores. Su sistema de canales facilitó su conexión directa al mar y que el transporte de mercancías desde los paises escandinavos y bálticos fuera significativamente fácil y abrigado.
Especiales son sus calles transitadas por muchos viandantes y ciclistas, con poco tráfico de coches y muchas zonas peatonales.
En esa ciudad he visto cosas muy originales: chicas que cuidan bebés y llevan a varios en el mismo cochecito, mamás y papás en bicicletas con remolque parecido a una tienda de campaña para que los niños no pasen frio, marcas de cerveza que auspician fundaciones culturales, museos con jardines cubiertos interiores, restaurantes, bares y tiendas de diseño ultramoderno, hoteles con una simplicidad absoluta de formas y líneas, floristerías y, por consiguiente, flores y brezos por todas partes (¡con ese clima!), rincones con encanto, pinturas murales, estatuas de escritores de cuentos famosos, un parque de atracciones vintage y un gigante de papel maché en plena calle que tiene la misma altura que el hombre más alto del mundo, segun el libro Guiness de los records.
Y claro, una sirena... que no se me olvide!!
En el año 2008 la prestigiosa revista Monocle declaró a Copenhague como la mejor ciudad para vivir y como la mejor ciudad del diseño de todo el mundo. La selección se hizo en base a múltiples factores como la vida cultural, los medios de transporte, el índice de delincuencia, su arquitectura y urbanismo. No me extraña.
Esta ciudad nació en la Edad Media como puerto de pescadores. Su sistema de canales facilitó su conexión directa al mar y que el transporte de mercancías desde los paises escandinavos y bálticos fuera significativamente fácil y abrigado.
Especiales son sus calles transitadas por muchos viandantes y ciclistas, con poco tráfico de coches y muchas zonas peatonales.
En esa ciudad he visto cosas muy originales: chicas que cuidan bebés y llevan a varios en el mismo cochecito, mamás y papás en bicicletas con remolque parecido a una tienda de campaña para que los niños no pasen frio, marcas de cerveza que auspician fundaciones culturales, museos con jardines cubiertos interiores, restaurantes, bares y tiendas de diseño ultramoderno, hoteles con una simplicidad absoluta de formas y líneas, floristerías y, por consiguiente, flores y brezos por todas partes (¡con ese clima!), rincones con encanto, pinturas murales, estatuas de escritores de cuentos famosos, un parque de atracciones vintage y un gigante de papel maché en plena calle que tiene la misma altura que el hombre más alto del mundo, segun el libro Guiness de los records.
Y claro, una sirena... que no se me olvide!!
En el año 2008 la prestigiosa revista Monocle declaró a Copenhague como la mejor ciudad para vivir y como la mejor ciudad del diseño de todo el mundo. La selección se hizo en base a múltiples factores como la vida cultural, los medios de transporte, el índice de delincuencia, su arquitectura y urbanismo. No me extraña.