viernes, 7 de agosto de 2015

SON LAS FOTOGRAFIAS DE MIS VIAJES. Freiburg. Alemania

Freiburg es una ciudad alemana de la región de Baden-Wurtemberg, a las puertas de la Selva Negra, que tiene una curiosa particularidad. Tiene un casco antiguo plagado de pequeños canales de agua que lo atraviesan por los que discurre el agua sin parar. 
No es de extrañar, puesto que la ciudad tiene enfrente, literalmente, el muro de las montañas del macizo rocoso que alberga la mayor densidad forestal de Europa. Este ecosistema hace que se produzcan contínuas lluvias y nieves invernales que favorecen que haya agua en abundancia, que desemboca al llegar a la ciudad en ese sistema de canales tan peculiar.
Pero lo que podría significar un inconveniente ha resultado todo lo contrario. Se trata de una atracción turística que atrae a millones de visitantes cada año y, por si fuera poco, un parque infantil de lo más peculiar.
Los niños de la ciudad y los foráneos de todas las edades han adoptado como juego hacer navegar barquitos de madera atados con una cuerdecita en las corrientes de agua. Estos barcos se venden en tenderetes callejeros y son realizados y decorados manualmente por los artesanos locales.
Ni que decir tiene que cualquier persona que quiera sentarse al borde de uno de esos canales y poner los pies en el agua tiene el permiso de la municipalidad. Es más, los jóvenes acostumbran a hacer tertulias tomando un helado o un refresco con los pies al fresquito.