Cuando empecé con este blog llevaba ya algún tiempo publicando posts en google+. Creo que esas entradas merecen formar parte del blog, por lo que voy a ir incorporando su contenido para disponer de toda la información unificada. Para dejar claro que son posts publicados anteriormente en google+ los identificaré con la palabra ITERUM. La entrada de hoy fue publicada el 17 de noviembre de 2014.
Nada
mejor cuando viajas que conocer otras culturas. Lo desconocido siempre
atrae y resulta tentador. Ya os conté que en mi infancia uno de mis
pasatiempos preferidos era leer libros y entre ellos, mi predilección
estaba en aquellos que mostraban gente "diferente", lo que se llamaban
"tribus" y que los antropólogos han denominado "comunidades culturalmente
diferenciadas o etnias".
Cuando llegué a las montañas de Thailandia muchas de las imágenes que había visto en los libros se volvieron reales. Me impactaron las costumbres, los vestidos, la estética, la forma de vida, lo inhóspito del medio en el que viven.
Entre las etnias que visitamos, destacaron ante mi cámara especialmente dos. Las mujeres padaung (mujeres jirafa) y las mujeres akha. La fotografia que comparto hoy es precisamente de éstas últimas. Las mujeres jirafa tendrán próximamente un post especialmente dedicado a ellas. Sus fotografias bien lo valen.
Las mujeres ahka visten íntegramente de negro, pero en su indumentaria destacan principalmente sus sombreros adornados con círculos de bambú, cuentas de colores y monedas de plata. Se dedican a la producción de artesanía y deben realizar largos trayectos desde las montañas hasta los mercados de los pueblos más cercanos para venderla.
En Thailandia, el país de la eterna sonrisa, lo que más me sorprendió fue precisamente eso. Cuando se acercaron a mí para venderme una de sus pulseras, me mostraron su sonrisa. Negra sonrisa, producida por el vetel, símbolo de belleza en su comunidad. En ese momento pensé lo subjetiva que es la belleza y cómo la interpretamos los seres humanos.
Cuando llegué a las montañas de Thailandia muchas de las imágenes que había visto en los libros se volvieron reales. Me impactaron las costumbres, los vestidos, la estética, la forma de vida, lo inhóspito del medio en el que viven.
Entre las etnias que visitamos, destacaron ante mi cámara especialmente dos. Las mujeres padaung (mujeres jirafa) y las mujeres akha. La fotografia que comparto hoy es precisamente de éstas últimas. Las mujeres jirafa tendrán próximamente un post especialmente dedicado a ellas. Sus fotografias bien lo valen.
Las mujeres ahka visten íntegramente de negro, pero en su indumentaria destacan principalmente sus sombreros adornados con círculos de bambú, cuentas de colores y monedas de plata. Se dedican a la producción de artesanía y deben realizar largos trayectos desde las montañas hasta los mercados de los pueblos más cercanos para venderla.
En Thailandia, el país de la eterna sonrisa, lo que más me sorprendió fue precisamente eso. Cuando se acercaron a mí para venderme una de sus pulseras, me mostraron su sonrisa. Negra sonrisa, producida por el vetel, símbolo de belleza en su comunidad. En ese momento pensé lo subjetiva que es la belleza y cómo la interpretamos los seres humanos.