jueves, 6 de agosto de 2015

SON LAS FOTOGRAFIAS DE MIS VIAJES. Bursa. Turquía

En Turquía son muy famosos los cafés de familia, lugares en los que familias enteras, jóvenes estudiantes, amigos, amigas, compañeros de trabajo, por poner varios ejemplos, se reunen para tomar café. Ese diferente café turco que se sirve unas veces en taza, otras en vasos especiales, pero siempre dulzón y con un dedo de poso en el fondo.
Para los amantes del expresso, tomar por primera vez un café turco es, cuanto menos, sorprendente. Tienes la sensación de que lo puedes casi mascar. En boca es un café aromático, con cuerpo (no sólo por su sabor y aroma, sino por su consistencia) y al que le sobra muuuucho azúcar.
Pero en esto del café, como en todo en la vida, para gustos... los colores!
La fotografía que hoy comparto es de un café de familia en la ciudad de Bursa, justo en el zoco, rodeado de tiendas de artesanía, vestidos tradicionales, bordados y joyerías. Está hecha a media tarde, hora en la que el negocio estaba abarrotado de clientes a la espera de sus consumiciones, cada grupo inmerso en su propio mundo.
Como podéis ver la decoración del café estaba compuesta por una colección de platillos y tazas colocados ordenadamente en los cristales del local. En el mostrador, al pie de la vitrina, el propietario del café preparaba el aromático brevaje con la esperanza fundada de complacer a los clientes. Tantos años de experiencia garantizan el éxito.