El trayecto que lleva desde Bergen hasta Ballestrand es una carretera de montaña que atraviesa las cumbres más altas de Noruega, en las que la tundra se convierte en el paisaje estrella.
Desde que abandonas Bergen, lloviendo evidentemente, vas recorriendo la ruta, pasando por pueblos como Voss, famoso por su agua mundialmente famosa, todo sea dicho de paso, mi preferida, y por distintos paisajes plagados de granjas, cascadas, riachuelos, ríos y fiordos.
La fotografía que hoy comparto es precisamente de esa tundra. Podréis apreciar una cabaña al lado de un pequeño lago. Os la muestro para contaros algo que me sorprendió muchísimo.
Los noruegos alquilan estas cabañas durante su mes de vacaciones y se trasladan a vivir ahí, tomando como referencia una vida natural en la que no disponen de prácticamente ninguna comodidad. No hay electricidad ni agua corriente, y son totalmente respetuosas con el medio ambiente.
Podría resultar paradójico para mucha gente que, precisamente una sociedad tan avanzada, renuncie de los básicos elementos que garantizan una mínima calidad de vida durante su período de placer, pero si lo piensas, nada mejor que el contacto contínuo con la naturaleza para regenerarse física y mentalmente.
Además, en verano, normalmente los días duran 20 horas así que la luz eléctrica poco se debe echar de menos.
En cambio, optan por practicar sus deportes preferidos, el piragüismo y el senderismo.