En Vietnam presencié una de las representaciones artísticas más originales del mundo. Se trata del teatro de marionetas acuáticas, tradición popular originaria de las llanuras del Norte del país, a la que se atribuye una antigüedad de más de diez siglos, documentada en una estela pétrea en la que se narra la victoria del rey celebrada mediante una función de esos títeres.
Los títeres acuáticos tienen su precedente en los espantapájaros que los aldeanos colocaban en el centro de sus campos de arroz. Para no mojarse los pies y orientarlos adecuadamente inventaron mecanismos con palos y sogas para poder moverlos desde la distancia.
Las representaciones se realizan en un estanque o balsa, con un toldo que hace las veces de tejadillo. Tras el telón y con el agua hasta la cintura, los titiriteros manejan las marionetas gracias a los juegos de cuerdas y perchas, haciéndolas moverse sobre una rejilla sumergida unos centímetros en el estanque cenagoso y con el agua turbia.
La fotografía que hoy comparto es de una tienda de esas marionetas. La representación a la que tuve el placer de asistir estuvo acompañada de música y canciones populares al son de las cuales se desarrollaron las distintas tramas de las escenas.
