Hay fotografías que no requieren explicaciones. Después de un viaje de aventura y de múltiples visitas, con el consiguiente cansancio que se va acumulando día tras día, nada mejor que acabar las vacaciones en un lugar de profundo relax.
Ver anochecer en las Maldivas es un regalo de la naturaleza. Desde que empieza la tarde, las mantas raya y los cachorros de tiburón acuden al atolón para alimentarse de pequeños peces del arrecife. Y es entonces cuando puedes verlos casi al pie de las escaleras de tu water villa e incluso nadar a su lado.
Sólo una precaución, no molestarles. Tú a lo tuyo y ellos a lo suyo. Con esas mínimas reglas no hay ningún peligro. En mi caso, como soy temerosa, a partir de cierta hora... baño prohibido!!!
