En otro post ya os mostré la parte más pública del Palacio Real de Camboya. Compartí con vosotros una fotografía del salón del trono. El Palacio es la actual residencia de la familia real camboyana, por lo que diversas estancias están reservadas y no se pueden visitar. Las medidas de seguridad, cuando nosotros lo visitamos no eran excesivas, todo lo contrario. Apenas algunos soldados protegiendo las puertas del ámbito privado.
En el recinto, además, también hay diversos edificios y lugares dedicados a la meditación y a la oración. Uno de ellos es la Pagoda de Plata, llamada así por tener todo el suelo cubierto de ese metal precioso.
Pero hay rincones en los que la espiritualidad camboyana se pone de manifiesto. Es el caso de la fotografía que hoy comparto con vosotros: el jardín de meditación, en el que se mezclan reminiscencias budistas e hinduistas, tan propias de la cultura camboyana, que dieron en un momento de la historia frutos tan impresionantes como los templos de Angkor.