A Petra la llaman la "Ciudad Rosada" por el color de la piedra con la que está construida. Cuando digo construida es un decir, ya que Petra no se construyó, sino que fue excavada en las rocas de la montaña.
Andar por Petra supone quedar lleno de polvo rosa de rodillas hacia abajo y no reconocer los zapatos que uno lleva hasta llegar al hotel y limpiarlos con agua corriente.
Pero Petra no es sólo rosada.
La fotografía que hoy comparto es el testimonio de esa afirmación y corresponde al techo de la cámara principal del Tesoro. El agua ha hecho que los minerales de las rocas formen estas preciosas composiciones de color. Parece una obra de arte pintada por el hombre, pero en realidad es una obra de arte de la naturaleza.