ITERUM
Viajar a lugares exóticos es algo que atrae a la mayoría. Pensar en
conocer aquello que nos es desconocido siempre da un plus a la hora de
elegir destino para nuestro viaje. Nos guiamos por muchos factores y
cada persona es un mundo. Hay quien prefierere no arriesgar y viajar
sólo a paises "desarrollados", quien quiere dar un paso al vacío y visitar
paises sin casi ninguna infraestructura turística o los que viajan con
los elementos básicos controlados o en viajes organizados.
Pero lo que está claro es que no es necesario viajar a ningún destino exótico para encontrar tesoros. Muchos son los ejemplos que se muestran cada día en los posts de google+. Hoy quiero compartir con vosotros uno de esos destinos fascinantes que tenemos muy cerca: Carmona.
La fotografía corresponde a una calle de esa ciudad sevillana. Pasear por sus calles, encerradas por el Alcázar con sus murallas y puertas fortificadas, es un verdadero placer. Palacios y casas señoriales hacen que cada una de sus calles evoque épocas medievales y renacentistas de esplendor en las que tuvo su máximo apogeo, aunque ya fue importante en la época romana. Julio César habla expresamente de Carmona en una de sus citas.
Pero no sólo el emperador romano está vinculado con la villa, personajes como los Reyes Católicos en su campaña de reconquista de Granada, su nieto Carlos V, tras contraer matrimonio en los Alcázares de Sevilla con Isabel de Portugal, o Cervantes como responsable de provisiones de la Armada Invencible tuvieron relación con esa maravillosa ciudad.
Únicamente tiene un inconveniente que sus propios habitantes reconocen: en verano se derriten hasta las piedras por el calor que hace. Es decir, se aceptan apuestas para ver quien es el valiente de atravesar la plaza a pleno sol sin caer desplomado.
Pero lo que está claro es que no es necesario viajar a ningún destino exótico para encontrar tesoros. Muchos son los ejemplos que se muestran cada día en los posts de google+. Hoy quiero compartir con vosotros uno de esos destinos fascinantes que tenemos muy cerca: Carmona.
La fotografía corresponde a una calle de esa ciudad sevillana. Pasear por sus calles, encerradas por el Alcázar con sus murallas y puertas fortificadas, es un verdadero placer. Palacios y casas señoriales hacen que cada una de sus calles evoque épocas medievales y renacentistas de esplendor en las que tuvo su máximo apogeo, aunque ya fue importante en la época romana. Julio César habla expresamente de Carmona en una de sus citas.
Pero no sólo el emperador romano está vinculado con la villa, personajes como los Reyes Católicos en su campaña de reconquista de Granada, su nieto Carlos V, tras contraer matrimonio en los Alcázares de Sevilla con Isabel de Portugal, o Cervantes como responsable de provisiones de la Armada Invencible tuvieron relación con esa maravillosa ciudad.
Únicamente tiene un inconveniente que sus propios habitantes reconocen: en verano se derriten hasta las piedras por el calor que hace. Es decir, se aceptan apuestas para ver quien es el valiente de atravesar la plaza a pleno sol sin caer desplomado.
