En uno de los muelles del puerto de Bergen, se encuentra el barrio histórico de los comerciantes medievales de la Liga Hanseática. Sus casas, que servían a la vez de vivienda y almacén, están actualmente ocupadas por restaurantes y comercios.
Por ser un lugar tan turístico seguro que obtienen muchos beneficios. Lo que cuesta de entender es que tengan terrazas al aire libre, porque en Bergen llueve cada día, y torrencialmente.
Los lugareños cuentan una anécdota: Unos visitantes desesperados con tanta lluvia preguntaron a un niño que encontraron por la calle desde cuándo no había dejado de llover en Bergen, él dijo: No sé, sólo tengo siete años!!!!
La fotografía que hoy comparto con vosotros es de esas maravillosas casas de madera. Un verdadero patrimonio histórico.