viernes, 17 de abril de 2015

SON LAS FOTOGRAFÍAS DE MIS VIAJES. Sevilla. España

Viajar a Sevilla es una experiencia inolvidable. Es una ciudad maravillosa, sobre todo en los meses de abril y mayo, justo cuando los naranjos empiezan a florecer y todo huele a azahar. Ya lo dice la canción:

Sevilla tiene un color especial, Sevilla sigue teniendo su duende
Me sigue oliendo a azahar, me gusta estar con su gente.

Y entre todas las maravillas que no os podéis perder de esa ciudad, una os recomiendo sin dudarlo: los Reales Alcázares. Se trata de uno de los palacios más antiguos del mundo y ha vivido entre sus muros el paso del tiempo y de las distintas culturas que se han asentado en Sevilla. Su arquitectura, la riqueza de su carpintería, yesería, cerámica y pinturas murales lo hacen único. Además no hay que olvidar sus jardines que son espléndidos. 
La fotografía que hoy comparto es del patio de las doncellas, pieza cuadrangular rodeada por una galería de arcos separados por elegantes columnas de mármol, de las que arrancan arcos profusamente decorados de yesería. En el centro, como no, agua y jardines.