De mi viaje a Uzbekistán me queda la sensación de haber realizado mi reportaje fotográfico preferido. Y es que el país ofrece a la cámara unas panorámicas únicas, un patrimonio histórico espectacular y una luz espléndida para realizar fotos.
Así que es fácil para una turista como yo realizar fotografías medianamente decentes. Imaginad lo que supondría para cualquiera de mis compañeros de +friends of photo original, artistas todos ellos de la cámara de la cual sacan obras de arte.
La fotografía que hoy comparto es del Mausoleo Shah-i-Zinda, un complejo de distintos edificios funerarios que se encuentran en una colina, desde la que se puede disfrutar de una vista panorámica espléndida de la ciudad y de los edificios del Registán.
Detrás de estas construcciones fabulosas está el cementerio actual, en el cual continúan dando sepultura a los habitantes de Samarcanda. Quizás en otro post os ponga la parte trasera para que podáis comparar las tumbas históricas de las tumbas actuales, que también son especiales por algunos detalles que ya os contaré.
Creo que es en los mercados y en los cementerios, que nunca dejo de visitar cuando viajo, dónde se puede conocer mejor la idiosincrasia de los pueblos.