lunes, 12 de enero de 2015

SON LAS FOTOGRAFIAS DE MIS VIAJES. Sigiriya. Sri Lanka.

En lo más recóndito del bosque tropical de Sri Lanka se erige la roca de Siguiriya, palacio de verano del rey Kassapa, que vivió en el siglo V de nuestra era.
Subir a esa roca es un ejercicio que bien vale la pena. El palacio se inicia entre las garras de un león y a la mitad del recorrido uno se encuentra con una cueva, más que cueva un abrigo de la roca, en la que se puede contemplar la "pared espejo", una de las obras de arte más impresionantes que han visto mis ojos.
En la pared aparecen pintadas varias series de mujeres, las concubinas del rey. Todas ellas son de una belleza extrema y cada una presenta rasgos distintos, propios de las tribus a las cuales pertenecían.
Todo el conjunto está declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Visita obligada si visitáis Sri Lanka.


SON LAS FOTOGRAFIAS DE MIS VIAJES. Québec. Canadá

La provincia de Québec es un territorio especial dentro de Canadá. Su peculiaridad no solamente se da por su identidad francófona y su afán de independencia, sino por su singular paisaje. El río San Lorenzo es su eje vertebrador y una arteria navegable que sirve de nexo de comunicación de toda la región con el océano. Y digo que el río es navegable, pero lo es a partir del mes de abril hasta octubre, porque desde noviembre a marzo permanece helado. En Québec hace tanto frío que las temperaturas pueden llegar a -15ºC, alejadas no obstante, de las que se pueden dar en Toronto o Montreal, mucho más frías por efecto del viento que siempre sopla. Las ventiscas de nieve han obligado a estas ciudades a crear una ciudad en el subsuelo, con comercios, cafeterías, restaurantes e incluso carril-bici para no tener que salir a la intemperie.
Lo mejor de la región de Québec, junto con la de Ontario, es el entorno natural. Bosques de arce, de coníferas, lagos, arroyos, ríos, fiordos, glaciares... Es un paisaje maravilloso todo el año, pero cuando más esplendor muestra es en el otoño, cuando las hojas de los arces van tornándose rojizas, tiñendo el paisaje de colores ocres y rojos que cuando los ves no puedes olvidar nunca más.
El arce es un árbol del que se extraen muchos productos, pero el más conocido es el jarabe de arce, que se recoge haciendo unas incisiones en el tronco del árbol. Hay granjas de arces, algunas de ellas muestran el procedimiento de recolección y tratamiento del jarabe, a la vez que ofrecen comidas de gastronomía autóctona. La fotografía que hoy comparto está hecha precisamente en el bosque que rodeaba una de estas granjas
Cuando asistimos fue uno de los días más divertidos de nuestro viaje. En la comida, los mismos dueños de la granja, junto con los camareros y camareras, interpretaron música y canciones country. Evidentemente, no hace falta que os diga que a la segunda copita de destilado de arce, estábamos todos cantando y bailando, como en las películas del oeste americano con sus fiestas de granero. 


SON LAS FOTOGRAFIAS DE MIS VIAJES. Delta del Mekong. Vietnam.

En el siglo XIX, el delta del Rio Mekong, formaba parte de la antigua colonia francesa denominada Conchinchina. 
De este período colonial se conservan numerosas casas que pertenecieron a los antiguos colonos y que en la actualidad ocupan algunos restaurantes en los que uno puede degustar la maravillosa gastronomía vietnamita. 
Imposible llegar a ellos sin la ayuda de una persona autóctona de la zona, estas maravillas de la arquitectura se ocultan a los ojos de la mayoría de los turistas.

domingo, 11 de enero de 2015

SON LAS FOTOGRAFIAS DE MIS VIAJES. Campo de Yurtas. Uzbekistán

El comercio a lo largo de la Ruta de la Seda se realizaba en las principales ciudades, nudos de comunicación y de intercambio. Para llegar a esos puntos, las mercancías eran transportadas por caravanas que recorrían largas distancias. En muchas ocasiones, estas distancias duraban varios días, por los que se debía pernoctar en el desierto. Los nómadas impusieron sus ancestrales formas de vida a esas caravanas y sus tiendas cobijaron a los mercaderes y viajeros a lo largo de toda la ruta. 
En la fotografía os muestro un campo de yurtas en mitad del desierto. Si tenéis la oportunidad de dormir en ellas, reviviréis fielmente la vida nómada del desierto y podréis disfrutar de un singular paseo en camello, si es vuestro deseo.
Creo que lo mejor de la experiencia es el silencio, ese silencio intenso y denso de la nada. En el horizonte sólo oscuridad, el cielo cuajado de estrellas y el único sonido algún crepitar de las plantas secas de alrededor y del fuego encendido en el campamento. Una experiencia mágica.

sábado, 10 de enero de 2015

SON LAS FOTOGRAFIAS DE MIS VIAJES. Angkor Wat. Camboya

En otro de mis posts os prometí compartir otras fotografías del maravilloso Templo de Angkor y hoy cumplo con la promesa.
Cuesta mucho elegir una fotografía que ilustre la experiencia inigualable de visitar Angkor. Cualquier palabra se queda corta. 
La visita no puede realizarse en un día, ni tan siquiera aquellas que programan los touroperadores para turistas, de los que yo llamo "de prisas". Por eso, la mayoría de tours pernoctan en la próxima Siem Reap, por cierto, una ciudad que ha experimentado un crecimiento espectacular en los últimos tiempos, plagada de restaurantes, tiendas de souvenirs y locales de "cenas folklóricas", de las que tanto huyo cuándo me las ofrecen. Al principio de mis viajes, caía en la trampa de pensar que era una buena forma de vivir el folklore del país, pero tras varias experiencias, ni me acerco. La peor experiencia en Xian, en China. Ya os lo contaré otro día.
El primer día, por la tarde es precioso visitar la parte del templo central, el Bakan, al que se accede por unas empinadísimas escaleras por las que, si cuesta subir, es casi imposible bajar. Más de una persona tiene ataques de vértigo. Vale la pena aprovechar la puesta de sol para hacer espectaculares fotografías.
Al día siguiente, lo mejor es dedicarse al resto del recinto de Angkor Wat y visitar sin excusa Angkor Thom. Es justamente ahí dónde se rodó la película Lara Croft, a imagen del videojuego Tomb Raider. La selva ha engullido, literalmente, las estructuras civiles y religiosas del templo. Árboles de unas alturas inconcebibles y de troncos que no podrían abarcar ni diez personas con las manos enlazadas se presentan ante los ojos. Sus raices se adentran en los muros como si fueran mostruosas serpientes. Es precioso. Es un paisaje insólito y único en el mundo combinado con una arquitectura fantástica que se rinde ante la naturaleza.

SON LAS FOTOGRAFIAS DE MIS VIAJES. Mausoleo Shah-i-Zinda. Samarcanda. Uzbekistán

Mi último viaje ha sido a Uzbekistán. Muchos de mis amigos me preguntaban qué había visto yo en ese país para visitarlo, justo ahora que se encuentra en un lugar rodeado de conflicto. Os iré dando mis razones en forma de fotografías. 
Uzbekistán alberga tres ciudades claves en la Ruta de la Seda (Samarcanda, Bukhara y Khiva) y conserva en sus calles, mercados y gente el espíritu que ha dejado, a través de la Historia, el comercio y el intercambio cultural.
Nada mejor que pasear por sus mercados, mausoleos, madrazas, caravasares, sardobas, cruces de cambio, para darte cuenta que ese país va a ser un destino turístico-cultural muy importante en los próximos años. 
Todos sus monumentos están declarados Patrimonio Cultural de la Humanidad. Vale la pena abrir los ojos y deleitarse. Es como transportarse a otro mundo y otro tiempo.

 

viernes, 9 de enero de 2015

SON LAS FOTOGRAFIAS DE MIS VIAJES. Venezia. Italia

Todo en Venezia tiene un carácter único. A pesar de ser una ciudad que vive fundamentalmente del turismo, está repleta de barreras arquitectónicas, en la que la movilidad es difícil y desplazarse de un lugar a otro casi una aventura.
La primera vez que llegas a Venecia te sorprende ver cómo el Piazzale Roma es la estación de término de todos los vehículos particulares, taxis y autocares. A partir de ahí tienes dos opciones: montar en un taxi acuático o desplazarte a pie, bien hasta la primera parada de vaporetto o directamente a tu lugar de alojamiento. 
Es una pesadez llevar equipajes voluminosos. Los pontini sobre los canales casi siempre tienen escaleras y arrastrar cualquier maleta, por muchas ruedas que tenga, es casi una misión imposible.
Si además cuentas con que la muchedumbre está presente en la mayoría de calles principales, en definitiva las más conocidas y las más fáciles para orientarse, te dan ganas de dejar la maleta y vivir con lo puesto.
Hablando de orientación, Venezia no tiene direcciones postales, o por lo menos ninguna parecida a cualquier otra ciudad. Allí las direcciones son una secuencia que sólo tiene sentido para los carteros, se componen del nombre de la calle seguido por el nombre del barrio y el número de portal, así que encontrar cualquier lugar es casi imposible para el turista, ya que dos puertas enfrentadas pueden tener cientos de números de diferencia.
Lo mejor para visitar Venezia es llegar al Piazzale Roma, tomar un taxi acuático y pedirle que te lleve a tu hotel. La mayoría tienen paradas cercanas o a veces, los más afortunados, incluso un pequeño muelle flotante para la atención de los huéspedes.
A todo este inconveniente, se le puede añadir un dia de Aqua Alta. La marea alta se cuela por los agujeros del suelo en forma de surtidores, al principio de forma casi imperceptible pero poco a poco se va consolidando y llenando todo de agua. Si coincidís con un dia de éstos es mejor que os carguéis de paciencia. Imaginad miles de personas intentando cruzar cualquier plaza o calle por las pasarelas que la municipalidad pone a disposición de forasteros y autóctonos. Se pueden tardar horas en cruzar la Piazza San Marco para visitar la Catedral o el Palacio Ducal. La fotografia que hoy comparto es precisamente de uno de esos días de Aqua Alta.
Y vosotros preguntaréis, entonces qué hay de bueno?. Y os contesto: TODO!!!. Venezia es una maravilla, a pesar de todo y todos, a pesar de sus inconvenientes. Venezia es una de las ciudades más hermosas del mundo. Un must, cómo dice ahora la gente cool.