domingo, 12 de abril de 2015

SON LAS FOTOGRAFÍAS DE MIS VIAJES. Québec. Canadá.

Uno de los símbolos de la maravillosa ciudad de Québec es el Château Frontenac. Se trata de un castillo que no fué diseñado para albergar a una familia aristócrata o noble, sino que fue construido por la Canadian Pacific Railway a finales del siglo XIX, con el fin de promover el turismo de lujo en sus trenes y dar alojamiento a los viajeros con alto nivel económico de la época. 
La misma compañía desarrolló una política similar en Banff, justo en la costa del Pacífico canadiense, y en otros paises en los que también gestionaba la red ferroviaria.
Se trata de un edificio monumental y de colosales dimensiones que ha ido añadiendo estructuras, como por ejemplo la torre central, a lo largo del tiempo.
Ha servido como plató cinematográfico de distintas películas, entre las que destaca Yo confieso, dirigida por Alfred Hictchcock.
El interior del hotel cumple con todos los cánones del lujo que el turismo de élite solicita. Situado en un mirador sobre el río San Lorenzo, tiene unas vistas espectaculares al río y al puerto fluvial y acoge en sus alrededores una de las zonas más concurridas de paseo de los habitantes de Québec y de sus visitantes.