jueves, 9 de abril de 2015

SON LAS FOTOGRAFÍAS DE MIS VIAJES. Nazca. Perú

Volar en avioneta es siempre emocionante, pero si además lo haces para poder ver de cerca uno de los fenómenos más enigmáticos de la Tierra, entonces la emoción es doble.
Eso es lo que me ocurrió cuando sobrevolamos la pampa peruana en busca de las famosas líneas de Nazca, antiguos geoglifos trazados por la cultura nazca. Compuestas por varios cientos de figuras entre las que destacan las que representan animales, plantas, figuras geométricas e incluso figuras humanas.
Desde 1994 están declaradas Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
La fotografía que hoy comparto es una de las dos únicas que pude realizar en el vuelo. Si os fijáis bien, podréis apreciar la figura de un hombre, el llamado astronauta, en la ladera de la colina. Los que habéis hecho esta excusión sabréis por qué es imposible realizar fotografías sin marearte. Los pilotos realizan vuelos poniendo las alas en vertical para que los pasajeros de ambos lados de la avioneta puedan ver estupendamente las figuras. Ello hace que pases de una vertical a la izquierda a otra vertical a la derecha y bastante tienes con aguantar el tipo.
Cuatro pasajeros en la avioneta y el piloto. Con nosotros viajaban dos japonesas. Os aseguro que no vieron ni una línea, o más bien dicho, debieron ver las del techo de la avioneta, ya que se pasaron todo el viaje tumbadas por el mareo y tuvieron que bajarlas de la avioneta en camilla.