El post de hoy no relata un viaje a ningún lugar del mundo. Cuenta un viaje en el tiempo, un viaje que inicié sola, con una maleta repleta de ilusión, de incertidumbre y de miedos, lanzándome al vacío de las redes sociales, sin ninguna experiencia previa y sin paracaídas. Fue un 3 de enero de 2015, con una entrada sobre Sri Lanka, concretamente del refugio para elefantes de Pinawella, cuando comencé la aventura de este blog, que hoy precisamente y con este post, cumple 300 publicaciones.
Me parece increíble que haya compartido con vosotros tantas experiencias y, lo más sorprendente para mí, que os hayan interesado tanto. Precisamente por el valor que le doy a conocer vuestras opiniones y sensaciones, aprecio muchísimo los comentarios que dejáis en el blog y que intento contestar siempre. Me hace feliz recibirlos porque os habéis convertido en personas a las que admiro y aprecio.
El mundo de las redes sociales tiene sus pros y sus contras, pero debo ser una persona muy afortunada, ya que a mí, personalmente sólo me ha dado satisfacciones.
Conocer gente como vosotros ha sido un regalo, que además me ha permitido adquirir conocimientos impagables a través de vuestros blogs y publicaciones. Por ese motivo, os doy las gracias y me hace mucha ilusión dedicaros este post, el número 300, que espero que os ilusione tanto como a mí.
Me parece increíble que haya compartido con vosotros tantas experiencias y, lo más sorprendente para mí, que os hayan interesado tanto. Precisamente por el valor que le doy a conocer vuestras opiniones y sensaciones, aprecio muchísimo los comentarios que dejáis en el blog y que intento contestar siempre. Me hace feliz recibirlos porque os habéis convertido en personas a las que admiro y aprecio.
El mundo de las redes sociales tiene sus pros y sus contras, pero debo ser una persona muy afortunada, ya que a mí, personalmente sólo me ha dado satisfacciones.
Conocer gente como vosotros ha sido un regalo, que además me ha permitido adquirir conocimientos impagables a través de vuestros blogs y publicaciones. Por ese motivo, os doy las gracias y me hace mucha ilusión dedicaros este post, el número 300, que espero que os ilusione tanto como a mí.
Mil gracias a tí querida Elisenda por compartir estas maravillosas experiencias y hacernos viajar a tu lado;)
ResponderEliminarUn enorme y cariñoso abrazo y a por las siguientes 300 :D
Gracias a tí, princesa. Es un placer, siempre, viajar con gente tan estupenda como tú.
EliminarBesos
Felicidades por todos los post y por los momentos de viaje que vivimos contigo
ResponderEliminarGracias
Sois mis mejor compañía. Sin vosotros nada de esto tendría sentido, de verdad. Compartirlo me hace tan feliz!
EliminarBesos, princesa.
Gracias a ti por estos estupendos post.
ResponderEliminarSaludos.
Lo mejor de todo esto es haberme encontrado con personas tan magníficas como tu, Teresa. Un beso, guapetona.
Eliminar¡Felicidades! Eso de ver crecer el blog, en el que una invierte tanto cariño e ilusión, es una satisfacción.
ResponderEliminarMuchos besos: Sol.
Desde luego, es casi como ver crecer un ser vivo.
EliminarGracias, querida Sol. Un beso.
¡Madre mía, Elisenda, cómo pasa el tiempo! parece que fue ayer cuando comenzaste esta travesía sin saber muy bien a qué puerto te iba a llevar y ya ves que los vientos te han sido muy favorables. Este es solo el comienzo de una larga vuelta por el mundo, porque estoy segura de que, al final, la darás, incluyendo New York, ciudad que te resistes a visitar. ¡Enhorabuena, querida amiga! ¡Que los vientos te sigan conduciendo a recónditos puertos donde disfrutes y nosotros contigo! Un besazo.
ResponderEliminarUno de los placeres a los que me ha llevado este blog ha sido conocerte. Creo que eres una persona estupenda con la que comparto muchos aspectos de carácter, gustos, etc.
EliminarEspero seguir publicando para que tengamos un lugar de encuentro, aunque alguna vez tendríamos que pensar en materializarlo.
Besos, guapísima y feliz fin de semana.