lunes, 13 de junio de 2016

SON LAS FOTOGRAFIAS DE MIS VIAJES. Estocolmo. Suecia.

El Museo más visitado de Escandinavia es el Museo Vasa de Estocolmo. Se trata de un museo inusual, exótico, cuanto menos, ya que en su interior alberga solamente una pieza: un velero y los restos de su naufragio.
Pero no se trata de un velero cualquiera, sino del único navío del siglo XVII, el Vasa, que ha llegado casi intacto a nuestros días, y no sin sufrir una azarosa vida plagada de avatares.
El barco, de cuyo nombre deriva el museo, fue diseñado como buque de guerra de la armada sueca en la época del Rey Gustavo Adolfo II Vasa. Llamado a convertirse en el emblema de la flota de guerra sueca fue concebido por los ingenieros navales más famosos de la época, que le confirieron una estética y funcionalidad acorde con la misión que debía desempeñar en el mar. Pero el rey no estuvo de acuerdo con el diseño y realizó diversas modificaciones en la estructura del navío con el fin de ampliar el número de cañones y alzarlos más sobre la superficie del mar.
El cambio en los planos hizo que los constructores e ingenieros tuvieran que ideárselas para compensar estas modificaciones y garantizar la estabilidad del buque. El acto inaugural, frente a los más importantes prohombres de Suecia, se produjo en 1628. El buque no llegó a navegar más de trescientos metros, hundiéndose en las gélidas aguas del Báltico con toda su tripulación, de la que fallecieron al menos 30 personas.
Tras trescientos años hundido, en 1961 fue reflotado y llevado a su actual emplazamiento, aunque se expuso al aire libre. El gobierno sueco decidió años después que debía adoptar medidas para evitar el deterioro del buque y construir un museo para albergarlo definitivamente.
Impresiona muchísimo ver un buque dentro de un edificio, os lo aseguro, pero si además éste mide 69 metros de eslora y cuenta con tres palos (Mesala, Mayor y Trinquete) con diez velas, el espectáculo es único. Es como volver atrás en el tiempo y disfrutar de la Historia Naval en primera persona.

4 comentarios:

  1. Consciente del gran esfuerzo que supone restaurar un mueble de madera muy deteriorado, puedo imaginar todo el enorme y costoso trabajo de restauración y conservación que supuso recuperar esta pieza naval de grandes dimensiones. Como tú bien dices: ¡impresionante!

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    1. Dedicar todo un edificio, construido expresamente para su exposición, restaurar la pieza, conservarla en unas condiciones ambientales determinadas, y con equipos que contínuamente están realizando tareas de restauración, como pudimos ver, tiene que ser una empresa muy ambiciosa. Pero, desgraciadamente en los paises nórdicos todo se hacía de madera, por lo que su durabilidad era poca, motivo por el cual no tienen mucho patrimonio por conservar.
      Un beso, Carmela.

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  2. ¡Un gran trabajo conservar este buque en tan buenas condiciones!!
    Saludos.

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    1. Un trabajo de titanes. Hay equipos de restauración fijos, cuyo trabajo puede verse desde las pasarelas por las que circulan los visitantes.
      Un beso, Teresa.

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