Una de las principales atracciones del Palacio de Verano es el denominado Barco de Mármol. En realidad no es un barco, sino un pabellón de descanso situado en el lago Kumming.
A pesar de que se le denomina Barco de Mármol, en realidad está construido de madera y pintado a imitación. Fué construido por primera vez durante en el siglo XVIII pero, precisamente por ser de madera, fue destruido durante la guerra del Opio. La segunda versión, que es la actual, y la que comparto con vosotros en la fotografía, la mandó construir la emperatriz Ci-Qi, pero en esta ocasión y, por ser moda en la época, se incorporaron elementos de la arquitectura europea. Incluso se añadieron ruedas de paletas a ambos lados del pabellón que hacen que recuerde a los vapores de ruedas.
Resulta cuánto menos curioso subir a bordo y realizar una visita al pabellón. La sala principal tiene un espejo a cada lado que sirve para que las aguas del lago se reflejen en ellos, dando la impresion de estar sumergido y que el agua te rodee por todas partes como en un submarino. Es todo tan real que parece imposible que sea un gran trampantojo en el que nada es lo que parece.
