martes, 9 de agosto de 2016

SON LAS FOTOGRAFÍAS DE MIS VIAJES. Otawa. Canadá

La situación mundial ha cambiado mucho en pocos años.
Este hecho, que nos marca diariamente y nos golpea en cada noticiario, también ha supuesto un cambio en las formas de viajar y en los lugares de destino. Los que hemos tenido la suerte de visitar países ahora imposibles, como Siria, por ejemplo, nos podemos considerar unos privilegiados, así como aquéllos que visitaron lugares antes de que las hordas de turistas llegasen a sus playas, sus montañas o sus parques naturales y protagonizasen otras invasiones bárbaras a lo moderno. Pero también se han producido algunos pequeños cambios, casi imperceptibles, que hacen que el viajero note las estrictas medidas de seguridad que se han ido implantando desde hace poco.
Visitamos Canadá hace ya más de quince años, la Costa Este fundamentalmente, Toronto, Québec, Otawa, Tadoussac… Precioso! Quizás fue la primera vez que me enfrenté a la Naturaleza a lo grande, lagos, bosques rojos, ríos que parecían mares, abundancia de agua, ballenas en su hábitat natural, alces, ardillas en las ciudades, focas en las calas de la costa… todo nuevo para mí. 
Una de las visitas obligadas en Otawa, sede del gobierno de la nación, es la Colina del Parlamento. Un lugar maravilloso sobre el río del mismo nombre que preside la parte alta de la ciudad. En esa colina se encuentran el Parlamento y el Ayuntamiento de la ciudad, entre otros edificios bellísimos, todos ellos con los preciosos tejados de cobre que verdean bajo el sol y la lluvia. 
Particularmente hermosa es la Cámara de los Comunes, el Senado de Canadá, toda realizada en madera y con asientos tapizados de terciopelo verde, en la que los senadores representan a cada uno de los territorios de la nación en mandatos de cinco años.
La fotografía que hoy comparto es precisamente de esta sala y tiene valor histórico, puesto que en los últimos años se ha prohibido realizar fotografías a los turistas. Ya veis, lo que os decía, el mundo ha cambiado mucho en pocos años y la fotografía más, porque está hecha con cámara analógica y en papel, y su calidad deja mucho que desear. Pero antepongo el hecho de contar con ella a su valor artístico. Seguro que sabréis disculparme.


4 comentarios:

  1. ¡Ah, Canadá! Ahí sí que me gustaría viajar, precisamente, por lo que comentas: disfrutar de la naturaleza a lo grande. De momento me conformo con esta pequeña Canadá española que es Soria: fría, con sus bosques inacabables y sus ardillas en el parque de la ciudad.
    Muy bonita la Cámara de los Comunes. Gracias por subir la foto.

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    1. Gracias a tí por estar siempre ahí, acompañándome en todos mis viajes. Tal como dices, Canadá es un país magnífico, aunque Soria me pareció encantadora y con unos paisajes tan bonitos que no imaginaba.
      Gracias, guapísima por viajar conmigo.

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  2. El miedo a lo desconocido, a la amenaza irracional de algunos grupos radicales han motivado, en gran medida, esos cambios. En algunos casos, resulta incomprensible el motivo con el que se justifican las medidas o las prohibiciones. Sin ir más lejos, en el interior del aeropuerto de Zimbabue están prohibidas las fotos. Un oficial que vio a unos amigos míos fotografiándose junto a una cascada artificial decorativa que hay allí, les requisó la cámara y les hizo borrar todas las fotos que tenían hechas si querían recuperarla. Para colmo, en la foto, coronando la falsa cascada aparecía un letrero que decía: Welcome to Zimbabwe.
    Estupenda tu entrada, una vez más, Elisenda.

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    1. Es un aeropuerto un tanto especial. Cuando estuvimos nosotros era todo lo contrario. Grupos folklóricos recibiendo a los "wanas" i a las "mensahid". Ya ves si ha cambiado el mundo!!!
      Veo que ya estás de vuelta. Ya me contarás. Seguro que has venido encantada.
      Un beso, guapísima.

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