viernes, 27 de mayo de 2016

SON LAS FOTOGRAFIAS DE MIS VIAJES. Helsinki. Finlandia.

Hace unos días leí en el periódico de mi ciudad que un grupo de directores/as generales de 36 escuelas con amplia representación en todo el mundo (se trata de una orden religiosa dedicada a la docencia), se ha desplazado a Finlandia para estar al día de las nuevas tendencias a nivel pedagógico frente al reto que supone adaptarse a una sociedad en constante cambio.
El sistema educativo finlandés está considerado el mejor a nivel mundial, por su excelencia en los resultados, su capacidad de innovación y sus métodos totalmente revolucionarios. No estaría nada mal que algunos de sus métodos se aplicaran a nuestras escuelas para dar un paso adelante en la educación de nuestros jóvenes, en la valoración de los docentes y en la implicación de los padres en la formación.
Pero no sólo el sistema educativo de Finlandia es modélico, también lo son otros aspectos que poco a poco van poniéndose en valor en sociedades menos avanzadas, no en vano fue declarada la nación más próspera del mundo y no sólo por su riqueza material, sino por la felicidad y la calidad de vida de sus habitantes, su salud y su libertad.
Visitar Finlandia fue una experiencia contradictoria. El clima lo fastidió todo. La lluvia constante no dejó que disfrutara del país ni pudiera hacer las fotografías que tanto me gustan. Pero pienso desquitarme de tanta agua viajando allí de nuevo en meses más calurosos.
Aprovechando que una tarde no llovía mucho, contrariamente a todas aquellas en las que la lluvia arreció sin dejarnos ni salir del hotel, paseamos un rato por un parque céntrico de la ciudad de Helsinki.
Cual sería mi sorpresa al ver que los árboles estaban abrigados mediante cobijas hechas de patchwork y de ganchillo! Fue la primera vez que vi algo semejante y me dejó atónita. Ahora, años después, es una costumbre que se ha ido extendiendo hacia otros países y no resulta tan chocante, pero esa primera vez la tengo presente cada vez que veo esta práctica en parques de otras ciudades del mundo. 
Árboles abrigaditos, qué bonito! 


4 comentarios:

  1. Aparte de la calidad de la enseñanza, como profesora, también los envidio por la implicación que los padres tienen en la educación de los hijos, lo que les conduce a participar también en muchas de las actividades escolares."La tarea de educar a un niño es cosa de toda la tribu" es un dicho africano que recoge la idea que, en otros países, más atrasados que el nuestro, tienen muy presente tanto que se ha plasmado en su cultura popular como proverbio. Ojalá aquí tomáramos nota de los de arriba y de los de abajo en el ránking. De todos podemos aprender, ¿pero queremos?. Curiosa foto, por cierto, Elisenda.

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    1. No sólo se implican los padres en la educación, sino que la profesión de maestro es la más valorada socialmente. Todo ello hace que los alumnos respeten a sus profesores y los padres les exijan que así lo hagan. Los profesores, a su vez, responden con una formación continua, dedicando un mes de sus vacaciones al reciclaje y a someterse a pruebas de idoneidad para evaluarse cada año.
      Si, creo que no queremos aprender. Exige demasiado a las tres partes.

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  2. Tenemos mucho que aprender de sociedades como la filandesa, por poner un ejemplo.
    Es muy clarificador el que abriguen y cuiden de sus árboles, demuestran lo que les importa la naturaleza.
    Saludos.

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    1. Además, Teresa es una actividad social que realizan padres y madres mientras sus hijos juegan en el parque. Qué delicia!

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