jueves, 10 de marzo de 2016

SON LAS FOTOGRAFIAS DE MIS VIAJES. Praga. República Checa

Nunca antes de nuestro viaje a Praga y Budapest había salido con mi marido al extranjero. Fue nuestro bautizo de viajes por Europa y por el mundo. Aquel primer viaje era, en realidad, una prueba de fuego puesto que no haber hecho antes ninguna otra salida de este tipo, nos enfrentaba a la posibilidad de acabar por no viajar nunca más o porque nos entrase el gusanillo y no parásemos en la vida. Y así ha sido. No hemos parado ni tenemos previsto parar.
Elegimos Praga por referencias de amigos y familiares que ya la habían visitado y, verdaderamente, no nos decepcionó. Creo que es una ciudad con mucho encanto. La Ciudad Vieja, el Castillo y el famoso Callejón del Oro con sus preciosas y minúsculas casitas, entre la que se encuentra la de Kafka, ahora convertidas en comercios de artesanía y galerías de arte; el Puente de Carlos, la Torre de la Pólvora, el barrio judío, con su sinagoga y su famoso cementerio, el reloj astronómico en la plaza Wenceslao, todo se configura como un maravilloso mosaico que se ofrece al visitante para satisfacer cualquier gusto.
Personalmente hubo dos elementos que me conquistaron: el primero, el ambiente en la calle, los músicos tocando en cada esquina, los niños disfrutando de la música y los mayores bailando a su son. El segundo, las marionetas. Adoro los seres inanimados que, por arte de magia, cobran vida y pueden comunicar sentimientos y me parecen extraordinarias las personas que mediante hilos y una percha son capaces de hacer vivir a un muñeco. 
Los que habéis visitado Praga sabéis de qué os hablo. Tiendas y más tiendas del techo de las cuales cuelgan los más variopintos personajes, algunos famosos, otros de la vida cotidiana, para deleite de pequeños y mayores. Ni que decir tiene que esta tradición artesana tiene su manifestación artística en el Teatro Negro y de Marionetas que ofrece funciones cada día.
Como amante de la música que soy, ya os podéis imaginar que no pude resistir la tentación de llevarme a Mozart a casa.

13 comentarios:

  1. Acabamos de asistir a una de tus primeras veces, viajera, ¡qué emocionante! Muchas gracias por compartirla. Un beso.

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    1. Si me hubieras visto!. Creo que me pegué el bolso al cuerpo con chinchetas. Ya sabes, cuidado que no te roben, cuidado que no pierdas el pasaporte, cuidado que no te asalten... en Praga!!! Por Dios, como si fuera los suburbios de cualquier metrópoli!. Lo mejor de ese viaje fue darme cuenta de que el mundo era muy grande y que había mucho por descubrir.
      Besos, guapetón

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  2. A también me encantó la ciudad, tal como lo cuentas.
    Buenas noches Eli

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    1. La visitamos en octubre y hacía un tiempo fantástico, hasta el punto de que llevábamos chaquetas y no las tuvimos que sacar de la maleta. Un jersey y basta.
      Feliz noche, amiga.

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  3. Una ciudad para volver. Me encanta centroeuropa.
    Saludos.

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    1. Es preciosa. Y tan agradable para pasear. Puedes ir andando a prácticamente todas partes, y el metro funciona de maravilla.
      Un beso, Teresa.

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  4. Me alegro de que la balanza se inclinara del lado de continuar viajando. Creo que poder hacerlo es un auténtico regalo :)

    Un besito de finde, Elisenda!!

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    1. Sin duda. Pero ya sabes que depende de dos, y si una parte de la pareja es reacio, pues no te toca otra que resignarte. Por suerte, a mi marido le entró el veneno como a mí.
      Gracias, Julia. Un beso, y feliz semana.

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  5. Mi hermano visitó Praga y le encantó. Lo que cuentas de esta ciudad me recuerda muchísimo a Freiburgo y Rothemburg: músicos tocando en la calle, marionetas... y esas casas que me parecen sacadas de cuentos de hadas. ¡Una experiencia inolvidable!
    Mil besos, Elisenda

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    1. Tengo ganas de volver, pero siempre me asusta pensar en que la globalización ha hecho a las ciudades cada vez más parecidas y han perdido el encanto que tenían antaño.
      Gracias, Chari. Un beso y feliz semana.

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  6. Estoy completamente de acuerdo contigo. La cultura se respira en cada esquina de una ciudad preciosa. ¡Y yo que creía que Valencia era la ciudad de la música! Error de viajero principiante. ¡Es Praga!

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    1. No te creas! Hay alguna otra que también lo es. Viena, Gante, Budapest...

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